Me equivoqué en una cosa cuando escribí sobre el anterior capítulo. Dije que esta semana vendría lo gordo. Y me equivoqué porque la mente es algo volátil, y ya hacía tiempo que había leído el manga. No es que haya sido un capítulo sin emoción o acción, sino que creo que en el capítulo 8 habrá más, y mejor.
Iharu y Reno en apuros

El que ya es conocido como el Kaiju número 9 ataca a Iharu e Ichikawa apuntando con el dedo, igual que hizo con Kikoru en la anterior ocasión. Les pilla desprevenidos porque lo hizo por primera vez estando con apariencia humana, pero eso sirvió para que el disparo saliese algo desviado del lugar al que estaba apuntando (el corazón). Él mismo dice que con ese aspecto le cuesta atinar en el blanco. Ya habiendo adquirido su apariencia normal, ataca de nuevo, y Reno se come un par de esos disparos, tratando de proteger a su compañero, que sangra bastante abundantemente.
En ese momento es cuando Reno se acuerda de lo que Kikoru les explicó en la cafetería acerca de la manera en la que este Kaiju la había atacado. Justo antes de disparar con su dedo, se produce un abultamiento de este, que indica el momento aproximado del disparo, permitiendo hacer uso de los reflejos y así, evitar impactos mortales. Ellos, sin embargo, van aprendiendo a esquivar los proyectiles, cosa que en cierto modo asombra al Kaiju número nueve.

Un problema añadido es que, este Kaiju, ha creado una zona alrededor en la que las comunicaciones no funcionan, así que no pueden pedir refuerzos por radio. Menciona que esta habilidad la usaba para poder esconderse entre los humanos, pero parece que para cazar sin ser molestado, es una habilidad bastante útil. Viendo que Reno es más poderoso, Iharu decide aceptar la sugerencia de Reno y se marcha a por ayuda. Pero se da cuenta de camino, que sus piques, aunque sanos, con Reno, no se deben a que lo odie ni nada parecido. En el fondo está enfadado con él mismo por no haber podido dar más de él. Tiene miedo de estar en esa pared del 20% de poder extraído en la que, como les había recordado el sub capitán Hoshina, muchos se quedan estancados.
Por esto, vuelve en el momento en el que Reno estaba en apuros, y le salva de una muerte segura. Tras intentar hacer equipo para acorralar al enemigo, y de que Reno extrajese todo el poder disponible para efectuar una poderosa ráfaga de disparos, el Kaiju número 9 se escondió tras una pared de cadáveres de residuales, de la cual surge poco después y acribilla al pobre Ichikawa. Todo pinta muy mal en este momento.

Sobre el tema de las armas de fuego y sus municiones, me surge una duda. Entendemos que esos cartuchos que usan, tienen en su interior algún resto de Kaijus que confieren al arma en la que van cargados, un tipo de disparo. Explosivo, eléctrico, o de hielo, que hayamos visto hasta ahora. Pero entiendo que igual que sucede con Mina y su trabuco, la potencia de disparo que sean capaces de efectuar, va a depender de la fortaleza del usuario con su traje y el poder que este pueda extraer. Esto añade un punto interesante en cuanto a los sistemas de poder, y hacen que los humanos corrientes dependan de unos trajes que a su vez están elaborados con fibras de aquellas criaturas que tienen que eliminar.
Kafka entra en escena
Durante la batalla contra los residuales, Kafka es capaz de percibir la presencia de este Kaiju, y los avisos por radio que dicen que no son capaces de contactar con Iharu y Reno hacen que, además, Kikoru se dé cuenta de que algo no va bien. Por un flashback que vemos más tarde, Kafka decide sin dudarlo que irá como el Kaiju número 8 a defender a sus compañeros.

Cuando el Kaiju humanoide está a punto de acabar con Reno, y según dice, asimilar su cuerpo (seguramente para poder adoptar su apariencia), Kafka aparece por detrás, y de semejante puñetazo que le suelta, le arranca la cabeza. Obviamente, esto no acaba con él, y cuando se recompone, se disponen a luchar. Kafka le pilla por sorpresa y le obliga a retroceder sin poder siquiera escapar. Incluso llega la pelea al punto de que el Kaiju humanoide acaba despedazado en el suelo y con su núcleo visible.

Como siempre, los villanos en esta situación deben siempre escapar, si no todo se acabaría pronto. Un par de soldados aparecen y descubren a Kafka, quienes dan la señal de alarma, ya que piensan que quien está atacando a Iharu y Reno es él. Ante esta situación, en la que el villano aprovecha para curar sus heridas y escapar, solo le queda la opción de escapar, y para ello se va pegando un salto y dejando a su paso una polvareda. Lo importante, como bien dice él, es que sus compañeros se han salvado, aunque el Kaiju número 9 se haya escapado.
Hoshina sorprende a Kafka
El equipo de Hoshina había recibido la señal de alerta de los soldados que habían sorprendido a Kafka, así que alguien se ha tenido que poner en movimiento. Kafka camina todavía en forma Kaiju en un callejón, pensando que se ha librado por esta vez. Sin embargo, detrás de él está Hoshina, que está decidido a darle caza. Ya sabemos que es muy hábil con las armas blancas y contra pequeños Kaijus, y eso en esta situación, es un problema.

Kafka poco o nada puede decir sin desvelar su identidad, así que, cuando Hoshina ataca con una endiablada velocidad, solo puede esquivar los espadazos a duras penas. Lo mejor es que este pequeño intercambio de golpes ha sido sin que Hoshina hiciese uso de todo su potencial. Por eso solicita permiso para liberar el 92% del poder de su traje. Solo habíamos visto algo similar con Mina y sus disparos al Kaiju principal. Ahora toca ver la pinta que tiene alguien con experiencia y más de un 90% de potencial. Probablemente, Kafka se vea en apuros, a pesar de sus habilidades como Kaiju.

Una semana más, todo queda en lo más alto. ¡Más la semana siguiente!
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